Los cristianos en Afganistán continúan viviendo una complicada situación que cada vez se pone más crítica, después de que el grupo extremista Talibán retomara el gobierno hace ocho meses.
Según Open Doors, Afganistán supera a Corea del Norte en ser la nación más peligrosa para ser seguidor de Cristo.
El pueblo afgano sigue enfrentándose a la crisis económica y a las violaciones de los derechos humanos por parte de los radicales islámicos, según Mission Network News.
Hossein, (cuyo nombre fue cambiado por razones de seguridad), es cristiano afgano que trabaja con Heart4Iran, una organización misionera que apoya a la iglesia clandestina en Medio Oriente dijo que «antes era difícil para los creyentes, pero se ha vuelto más difícil (hoy). Ellos (los talibanes) están registrando las (casas) puerta a puerta; tienen un puesto de control en todas partes, revisando teléfonos, aplicaciones, mensajes».
«!Hace unos días vi un vídeo en el que golpeaban a alguien que no acudía a la mezquita», añadió.
«Los talibanes no han cambiado en absoluto desde hace 20 años, pero sí ha cambiado una cosa: han aprendido a manipular; a hablar con el mundo y a hacer lo que quieran», declaró Hossein.
Sin embargo, la Iglesia de Afganistán ha resistido y sigue proclamando el Evangelio, a pesar del aumento de la persecución islámica. «La gente sigue defendiendo al Señor. Muchos han abandonado el país, pero todavía hay muchos (creyentes) dentro del país», dijo Hossein.
Hossein junto a su esposa continúan discipulando a los cristianos, y haciendo oración a favor de la iglesia clandestina afgana. «Esta es la petición de oración más importante para nosotros», declaró.
«Los talibanes pueden quitarnos todo, pero no pueden quitarnos el amor de Dios. No pueden quitarnos la fe», subrayó Hossein.
«A su vez también pidió oración para que el Señor provea más trabajadores para la iglesia. Tenemos que aumentar nuestro equipo para servir mejor», explicó.